Se despedía al Satélite SAOCOM 1B el viernes 21, desde San Carlos de Bariloche, provincia de Rio Negro, cargandose en el avión Antonov AN 124, que se dispuso para su vuelo hacia Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos, el sábado 22 a las 4 de la madrugada.  Ahora comienza la cuenta regresiva, se especula que se lanzará en la ventana del 30 de marzo y los primeros días de abril para su puesta en órbita, desde uno de los centros espaciales de la empresa SpaceX, quienes se encargan de los servicios de lanzamientos.

El increíble trabajo científico impulsado desde el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación, a través de CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales). Este satélite, junto con el SAOCOM 1A, conforman la Misión SAOCOM, y fueron desarrollados y fabricados en el país por la CONAE junto con la empresa INVAP, contratista principal del proyecto, la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la UNLP, entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país. Además contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI).

La Misión SAOCOM lleva al espacio una compleja tecnología de observación de la Tierra, que representa una importante mejora en las capacidades de observación respecto de los sensores ópticos usuales. Se trata de un instrumento activo que consiste en un Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés de Synthetic Aperture Radar), que trabaja en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético. 

Los satélites SAOCOM fueron especialmente diseñados para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica u hora del día. Esto es posible porque las microondas del radar son capaces de atravesar las nubes y “ver” aunque esté nublado, tanto de día como de noche. Estas características hacen que los SAOCOM sean especialmente útiles para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o antrópicas. Si bien tomará datos de todo el mundo, podrá saber en particular cuál es la humedad del suelo en la región pampeana.

Durante el acto realizado en la tarde de hoy, viernes 21 de febrero de 2020, en el aeropuerto de San Carlos de Bariloche, Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, valoró este hito al afirmar: “Estamos un poco más cerca de poder completar la constelación SAOCOM, pero sobre todo más cerca de poder brindarle a la Argentina los frutos de muchos años de trabajo y de un avance tecnológico como no se ha visto otro en la industria satelital argentina”. Además, destacó que la Argentina puede aprovechar al máximo todos los beneficios de la Misión SAOCOM, que brinda servicios para la producción agropecuaria, el ambiente y la gestión de emergencias.

Se destaca el trabajo que llevaron adelante Josefina Pérès (Jefa del Proyecto SAOCOM) y Laura Frulla (Investigadora Principal de la Misión SAOCOM y Gerenta de Observación de la Tierra de la CONAE), dos mujeres que se pusieron al hombro el proyecto y lo sacaron adelante.

Desde San Carlos de Bariloche despiedieron al SAOCOM 1B, el director del CTA (Centro Tecnológico Aeroespacial) Ing Marcos Actis, y el Director del GEMA (Grupo de ensayos mecánicos Aplicados) Ing. Pablo Ringegni, mientras desde la ciudad de Córdoba en la central de operaciones de CONAE parte del equipo de del CTA y GEMA simularon operaciones para la futura puesta en órbita del SAOCOM que tendrá lugar a finales de marzo.


RESCATAMOS POLÍTICAS TECNOLÓGICAS, AMBIENTALES Y COMERCIALES DEL USO DEL SAOCÓM, entrevista al INTA:

Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, consideró que “no existe otra herramienta como los satélites para colaborar con el análisis espacio - temporal de las condiciones que se observan en el campo. Los datos satelitales son fundamentales para determinar el estado de los agroecosistemas, monitorear la vegetación y humedad en todas las zonas productivas”.

“Creemos que el sistema SAOCOM podría representar un gran aporte para el diseño de políticas públicas destinadas a la gestión de recursos naturales”, afirmó José Volante, coordinador del Programa Nacional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del INTA. Al respecto, se refirió a los beneficios de los sensores radar para la leyes de bosques y de humedades.

Los SAOCOM podrían brindarnos nueva información sobre la altura de los árboles y de la cantidad de ejemplares ubicados en determinadas áreas, cuya medición actual es imprecisa y que son fundamentales para la Ley de Bosques. “Los sensores ópticos no tienen la capacidad de traspasar las nubes ni la cubierta vegetal, entonces no podemos saber qué hay abajo. En cambio el sensor radar penetraría la copa de los árboles y eventualmente llegar al suelo, para determinar finalmente qué tipo de cobertura vegetal hay debajo y su altura”, explicó Volante.

“También podrían ser un aporte importante para la Ley de Humedales que hoy se está discutiendo en la Argentina, que busca proteger estas áreas. Los sensores ópticos no pueden detectar si estamos en presencia del humedal. En cambio el radar podría colaborar con la detección de humedad de suelo, por lo cual también posee una implicancia en las políticas publicas”, concluyó.


Con este hito se cierra un ciclo de 13 años de trabajo que representó la misión satelital más compleja del Plan Espacial Nacional, que implicó la participación de 900 profesionales de diferentes áreas del conocimiento y 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país.