
Un gran proyecto, un gran equipo...
Ésta foto central, que les compartimos ésta semana, es el resultado del exitoso trabajo en equipo, los grandes proyectos espaciales, y en la visión global, los grandes proyectos nacionales requieren del esfuerzo cooperativo, del trabajo interdisciplinar. La capacidad instalada, la formación constantes, y finalmente la sincronización de diferentes grupos de tareas (pertenecientes a diferentes organismos y empresas) es en escencia lo que logra darle vida a los proyectos de gran envergadura. La magnitud de trabajo no sólo se puede medir en cantidad de personas, aproximadamente 400 (entre investigadores, técnicos, operarios y profesionales de numerosas disciplinas), sino en muchas otras magnitudes, tales como el espacio disponibles para instalar y desarrollar el proyecto, y los equipos que viajaron a lo largo del país, esto involucra instalaciones en Córdoba, Rio Negro, Buenos Aires, tan solo para su construcción... Resta nombrar, lo que ocurre al igual que con la construcción del SAOCOM 1A, todos los sitios geográficos desde los cuales se procesa la información recabada por el satélite.
El proyecto SAOCOM (Satélite Argentino de Observación Con Microondas), compuesto por el SAOCOM 1A y el SAOCOM 1B, son dos satélites de observación terrestre pertenecientes a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) que tienen el objetivo de medir la humedad del suelo y, en casos de emergencias, de la detección de derrames de hidrocarburos en el mar y el seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones, entre otros. Aquí confluyeron Ceatsa, INVAP, Veng, Conae, CNEA y el GEMA (CTA), detrás de ellos, fabricantes, proveedores, etc...
El satélite SAOCOM 1B, ya está integrado y restan efectuarle los ensayos correspondientes para certificar la correcta operatividad que debería tener en el espacio exterior, al igual que el SAOCOM 1A, se necesita constatar la liberación y consiguiente despliegue de los paneles de la antena cuando arribe en órbita, recordemos que su antena mide 35 metros cuadrados. Luego de medir la alineación, tendrá lugar la integración de los paneles solares al satélite, los cuales ya han pasado con éxito ensayos de termo vacío y ensayos dinámicos. En los siguientes ensayos, se lo someterá a una serie de vibraciones y cargas acústicas, de una magnitud superior a la que experimentará durante su lanzamiento y se medirán sus propiedades de masa, entre ellas centro de gravedad y momento de inercia.
El GEMA y su equipo de "Manteros"
A grandes razgos, el procedimiento para instalar las mantas térmicas:
Una vez integrada la antena radar a la plataforma de servicios, se realizó una verificación eléctrica del instrumento radar SAR (Synthetic Aperture Radar/Radar de Apertura Sintética), le siguió el ensayo de verificación de la red de radiofrecuencia (RF) de la antena radar, incluyendo los 140 elementos radiantes, comprobado el correcto funcionamiento, el SAOCOM 1B comenzó la campaña de ensayos dinámicos, que requirió montar un sistema de ventiladores para controlar la temperatura del radar SAR durante el ensayo. Terminado este paso, el satélite quedó listo para vestir sus vistosas mantas térmicas:
Los siete paneles solares que posee la antena radas del SAOCOM 1B fueron cubiertos con mantas diseñadas y confeccionadas por el equipo del GEMA y por INVAP. En total lleva 763 mantas térmicas, de las cuales 470 están en la antena radar SAR y 293 en la plataforma de servicios. Las mantas están diseñadas a medida, de diferentes materiales aislantes con determinadas propiedades ópticas y conductivas, como mylar, dacron y kapton, con éstos materiales se realiza el sistema de aislación multicapa (MLI) que se costura con hilo de fibra de vidrio.
Las mantas térmicas cumplen la función de proteger la vida útil del satélite en las extremas condiciones del espacio: donde un aluminio pulido a la sombra puede alcanzar una temperatura de casi menos 270º C, y en la exposición máxima al sol puede llegar a alrededor de 300º C. Entonces, para proteger a un satélite, que no se enfríe o no se caliente excesivamente, se diseña un sistema de aislación térmica con las mantas multicompuesto que mencionamos, vistiendo al satélite del color cobrizo tan característico que vemos.
En las oficinas del GEMA, es donde se diseñaron las mantas, con varios becarios e ingenieros involucrados: Primero se hace un prediseño con el programa CAD de lo que va a ser la manta, que puede hacerse un molde en acetato. Y luego se construyen pequeñas piezas similares a las partes que se van a cubrir del satélite, para realizar las pruebas de montaje. Finalmente, la confección de las mantas se realiza en dos Cámaras Limpias. Se trata de salas que permanecen a temperatura y humedad controlada, con un mínimo de partículas en suspensión en el aire, ya que allí se trabaja con dispositivos que luego serán enviados al espacio.
Los manteros espaciales del GEMA, en su gran mayoría, son becarios escogidos por su capacidad para el trabajo aplicado y en equipo: estudiantes de Ingeniería Industrial, Electromecánica, Mecánica, Química y Aeronáutica. La experiencia les sirve para su futuro profesional, desde el la participación con u nrol activo en el proyecto hasta teniendo la posibilidad de viajar y vincularse con otras instituciones y personas fuera del ámbito de la Facultad. Ésto es mano de obra nacional, industria satelital argentina.
Les dejamos algunas fotos de nuestro equipo en las instalaciones del CEATSA/ INVAP, en pleno armado de piezas para mantas térmicas:
*Fotos 1 y 2, fuente GEMA.
*Foto 3, fuente GOB.AR.